Cirujanos Generales y Urólogos del Grupo Policlínica ya están operando con el Da Vinci con normalidad.
Las primeras cirugías asistidas por el robot Da Vinci han transcurrido con éxito en el Grupo Policlínica. El personal del quirófano ya se ha formado y trabaja con normalidad con esta nueva herramienta. Se trata de un trabajo en equipo en el que intervienen enfermeros, auxiliares de enfermería, anestesistas y cirujanos; es muy importante la integración de todo el personal.
Los cirujanos generales han realizado varias intervenciones, entre ellas varias vías biliares y hernias. Los cirujanos han notado que las cirugías se realizan en menos tiempo y todavía les sorprende, por un lado, la excelente calidad visual que les ofrece el robot, y por otro, la gran capacidad operativa de los 4 brazos robóticos, con los que pueden acceder a zonas de la anatomía antes impensables. El cirujano Francisco Vilás así lo indica: “adaptarnos a este nuevo equipo ha sido lo mejor que podíamos hacer; estamos constatando que ahora las cirugías son más sencillas, y tienen menos riesgo de complicaciones, el robot nos permite ser más precisos en la cirugía, y eso se traduce en beneficios para el paciente”.
El robot ha sido utilizado también por el equipo de urólogos del Grupo Policlínica, que han realizado varias intervenciones tumorales complejas.
Los urólogos del Grupo Policlínica cuentan con más de 15 años de experiencia en el uso del Da Vinci y no es ninguna novedad para ellos. Así nos lo indica el doctor Juan Antonio Peña, responsable de la Unidad de Urología: “Las primeras cirugías en el mundo con Da Vinci eran urológicas, sobre todo en casos de prostatectomía radical. Luego se fue ampliando a otras indicaciones como cánceres de riñón, de vejiga, y otros tumores. Para nosotros el Da Vinci es una herramienta fundamental con la que llevamos más de 15 años trabajando y viendo los buenos resultados”.
Todo son ventajas para el paciente y especialmente en la Urología: Con estas intervenciones, sin cortes y con pequeñísimas incisiones se disminuyen los tiempos de recuperación del paciente, así como el sangrado y el dolor postoperatorio; los efectos indeseados derivados de algunas cirugías como el cáncer de próstata (como la incontinencia o la pérdida de la función eréctil ) también se reducen, algo muy positivo para el paciente y su salud mental, ya que este tipo de complicaciones solían ir asociadas a sentimientos de malestar y ansiedad.
El personal del quirófano ha respondido muy bien a la formación
“Es un trabajo en el que es muy importante la coordinación de todo el equipo del quirófano“, indica Francisco Vilás. “La instalación del robot antes de la cirugía exige unos pasos muy precisos y hemos de decir que el personal se ha introducido en ello con facilidad”.
La adquisición del robot Da Vinci para el Grupo Policlínica ha sido la mayor apuesta de este año y supondrá un antes y un después en la calidad asistencial de muchos pacientes que tengan que pasar por una intervención quirúrgica.
Cada vez más pacientes pasarán por el Da Vinci. “De momento lo estamos usando en cirugía general y en urología, pero iremos ampliando su uso a otras especialidades como la ginecología, la cirugía torácica o la otorrinolaringología. Y por supuesto, en todas aquellas intervenciones en las que sea positivo para el paciente”, finaliza Francisco Vilás.
Cómo funciona el robot Da Vinci:
El cirujano puede operar al paciente en la distancia, sentado cómodamente en una consola donde tiene una calidad de imagen excelente y controla con mandos y pedales los brazos del robot quirúrgico colocado previamente sobre el paciente. En uno de los brazos del robot está la cámara que envía la señal de imagen tridimensional a la consola y los otros 3 brazos tienen los instrumentos necesarios para la cirugía.
Cada movimiento indicado por el cirujano es reproducido por el robot con una precisión máxima.
El robot permite realizar cirugías a través de pequeñísimas incisiones, que, a diferencia de otras cirugías, tienen mejores resultados estéticos. El paciente por norma general tendrá menor necesidad de transfusiones, menor dolor postoperatorio y menor tiempo de estancia en el hospital. La recuperación es más rápida y eficaz.
